La falta de deseo es uno de los primeros síntomas que una pareja siente y vive como un no avance en su relación.

Puede ser unidireccional, de uno al otro, o reciproca, de ambos componentes de la pareja. Dependiendo de este factor se tratará de una manera o de otra. Lo que está claro es que como todo tipo de relación, existe una evolución que muchas veces es mal entendida como una pérdida, cuando en realidad, se está transitando naturalmente por una nueva fase.

El problema central es identificar si ambos miembros han sido genuinos en el momento de ser ellos mismos desde el principio de la relación, teniendo en cuenta que en los primeros tiempos hay una ‘entrega sin limites’ que con el tiempo decae en cierta manera al pasar la fase de enamoramiento.

Normalmente las personas que transitan por esta fase evolutiva de la relación, lo viven como el fin del amor, cuando en realidad es el momento de demostrar el amor real hacia quien se ha elegido para compartir la vida. Suelen tener sentimientos de tristeza, de no saber que hacer con su presente y dudas respecto al amor que sienten por la pareja, pudiendo llegar a generar interés por personas ajenas a la relación y somatizando este malestar con ansiedad e ira.

Es un factor importante averiguar que tiempo de pareja llevan, que proyectos en común han emprendido o tienen entre manos y sobre todo y lo mas importante, cual es su mirada hacia el futuro, y si ambos caminos van de la mano o son totalmente dispares.

Dependiendo de este último factor y tomando como referencia aquellos factores que vivan como condicionantes del presente a nivel negativo, se elaborará una estrategia a nivel de terapia para averiguar en que punto está cada uno de los miembros de la pareja a nivel personal y en que punto ven su relación de pareja en el presente.

En consulta la psicóloga o el psicólogo, guiará este proceso por medio de terapia individual, o terapia de pareja según se localice el problema, con el fin de guiar a la pareja en este transito, o evolución.