La infidelidad puede ser de dos tipos: de contacto físico o emocional.

La infidelidad que conlleva contacto físico es la que en primera instancia se ha considera una falta hacia la pareja que se tiene en la actualidad, suele detectarse por detalles. La persona está diferente. Puede quedar en un momento puntual, en una situacion de romance donde la relación con el tercero se mantiene en el tiempo ‘modo de amante’, o bien llegar a destruir una pareja al haber una implicación emocional sumada a la intimidad que hayan ido compartiendo.

En los tres casos va a depender del perfil de personalidad de la persona que falta a su pareja siéndole infiel, y de que relación de pareja ha construido. A mas carencias, mas predisposición para ser infiel y que la pareja padezca celos.

La infidelidad sea del tipo que sea genera sentimientos encontrados, u opuestos. Por un lado la persona infiel se siente con mas adrenalina, emoción que le lleva a sentirse mas viva, y por otro se vive con sentimiento de culpa por faltar a los valores implícitos a una pareja: fidelidad, respeto, honestidad.

Existe otra infidelidad mas sutil, es aquella que implica únicamente el aspecto emocional, sin que en principio haya idea de mantener una relación con un tercero mas allá de compartir afinidades, pensamientos o deseos, entre otros sentimientos. Es una relación de cercanía puramente emocional.

La ‘infidelidad emocional’ suele gestarse inicialmente como una amistad en la que ambas personas comparten afinidades que con la propia pareja no comparten. Se suele idealizar a esta ‘nueva amistad’ al encontrar una afinidad y un apoyo externo. Es probable que sea el primer paso para que la relación termine si no se ponen limites para que esto no suceda y detone en malestar, depresión y ansiedad.

El motivo principal para caer en la infidelidad sea del tipo que sea, es la falta de comunicación. Es importante delimitar desde el principio del noviazgo que se considera infidelidad y que no lo es, ya que es el momento en el que se asientan las bases sobre las que se construirá la confianza dentro de la relación de pareja. 

La infidelidad como tal, o esa doble vida, es el sistema que inconscientemente baraja la persona como válvula de escape, para mantener su zona de confort y no destruir lo construido hasta el momento presente.

De todos modos habrá que ver que factores como decía inicialmente tienen que ver con las propias inseguridades y aspectos de la personalidad, y cuales están condicionados por no haber construido una relación de pareja fuerte, que se comunica y que funciona en equipo.

En terapia psicológica la psicóloga o el psicólogo, tenemos el papel activo de encontrar realmente donde esta el problema, si es de la persona, o es resultado de no haber sabido construir una relación que crece y que ayuda a evolucionar a ambas partes de la relación. Según el caso, se trabajará desde una visión de terapia individual, o bien a nivel de terapia de pareja, factor que será valorado el primer día en consulta.