Como terminar con plenitud con una relación de pareja, es un proceso muy importante para poder cerrar una etapa de la vida de la mejor manera posible, sin que ello evite el hecho de pasar por un duelo.

Cuando termina algo en nuestra vida, ya sea que quisiéramos que sucediera en mayor o en menor medida, se produce una sensación de perdida y de vacío.

Ser consciente de este proceso natural y del sentimiento que acompaña a este momento, es el primer punto a tener en cuenta para aceptar la nueva realidad y comenzar a elaborar la nueva situación del presente.

Es un factor determinante tener en cuenta los años de relación, si ambos integrantes de la pareja vivían juntos, tenían o tienen proyectos de vida en común, como puede ser una empresa, una hipoteca, hijos, ilusiones proyectadas en un futuro mas o menos inmediato. Una vez presentes estos factores, va a depender de cual ha sido el detonante de la ruptura, si ambos están de acuerdo, de los efectos colaterales de la relación, con la familia y amigos en común y sobre todo, que hacer con el nuevo presente que se les presenta.

Al principio las parejas que se separan tienen muchos sentimientos encontrados, una mezcla de alegría y de tristeza o ira, de culpa y de alivio, de repente viven una regresión donde parecen adolescentes, y sienten que están desfasados para conocer a personas nuevas.

Es una etapa que al implicar un duelo ‘elegido’ en presente, implica pasar por un shock inicial, la frustración siguiente, esa mezcla de melancolía e incluso indignación, para llegar a la aceptación y con ella a la resiliencia, o lo que es lo mismo: aceptando mi momento actual  – no implica estar de acuerdo- puedo construir de nuevo una base solida sobre la que seguir creciendo, pero desde otro lugar, adaptándome positivamente al presente, de una manera constructiva, con una visión posibilista y positivista, dentro de lo que la realidad permita: nuevos hobbies, ampliar el circulo social, abrirse a nuevos intereses… 

La clave es ver este momento de ruptura de proyecto de vida, como una oportunidad para seguir floreciendo.

En consulta la psicóloga o el psicólogo, trabajará a la vez con la pareja para gestionar aspectos que hayan de trabajarse en conjunto, proceso que se intercalará en caso de ser preciso, con sesiones individuales para potenciar la resiliencia o la adaptación positiva al nuevo presente.