Terapia de Aceptación y compromiso
Terapia de Orientación hacia Aceptación y Compromiso
La terapia de aceptación y compromiso o TAC pone su foco de atención en los valores, en la aceptación, la compasión, en el aquí y ahora y en la esencia de la propia persona. Ha sido descrita como una “terapia cognitivo-conductual existencial humanística. Se basa en el mindfulness y en la conexión emocional con uno mismo, haciendo uso de metáforas, paradojas y habilidades que desarrollan la atención o conciencia plena.
El objetivo de la terapia de aceptación y compromiso es el de crear una vida significativa, aceptando que el dolor forma parte inevitablemente de la vida. Esta terapia parte de nuestros valores más profundos, así que la persona conecta con estos y emprende acciones con las que está totalmente comprometida.
Esta orientación psicológica coge como premisa lo siguiente: ‘Sólo a través de la acción en la que uno está presente y conectado puede crear una vida significativa’. Hemos de estar preparados para chocar con todo tipo de barreras, recuerdos, creencias o “experiencias privadas” que tiñen en el momento presente pensamientos, imágenes, emociones, sensaciones, impulsos y recuerdos.
La psicóloga o el psicólogo que aplica la terapia de aceptación y compromiso guía a las personas que vienen a consulta a que aprendan a dejar de luchar contra sus pensamientos, emociones, sensaciones, impulsos y recuerdos, para aprender a abrirse a ellas y permitirles ir y venir sin resistirse. La energía y el tiempo que gastaron previamente tratando de controlarse aprenden a invertirla en realizar acciones marcadas por sus valores, para canalizar su vida a mejor.
Las intervenciones de esta terapia se focalizan en dos tipos de procesos:
1) desarrollar aceptación de experiencias privadas indeseables que están fuera del control personal
2) desarrollar compromiso y acción orientada a vivir una vida valiosa.
El control es el problema, no la solución
Se trata de incrementar la toma de conciencia por parte de la propia persona de que las estrategias de control emocional son en realidad las responsables de sus problemas y de que mientras continúen obsesionados con tratar de controlar cómo se sienten, están atrapados en un círculo vicioso que incrementa el sufrimiento.
Los psicólogos que siguen este tipo de terapia en consulta aprendemos a desarrollar un alto nivel de compasión, de aceptación, de empatía, de respeto y de estar presente aún en presencia de emociones fuertes. Crecemos a nivel humano, y ello nos posibilita guiar a las personas que vienen a consulta en el camino del crecimiento en el presente, desde su propia esencia.