Técnicas Psicoanalíticas
Terapia de orientación Psicoanalítica
La terapia de orientación psicoanalítica se basa en el pensamiento y percepciones inconscientes de la persona, que van desde la infancia al momento presente del individuo, teniendo repercusión directa en su comportamiento y modo de pensar presente.
La Terapia Psicoanalítica se basa en la teoría de Sigmund Freud, orientación que pone su foco de atención en cómo el inconsciente influye en el pensamiento y en el comportamiento, para así dar con el tratamiento.
La psicóloga o el psicólogo que tiene en cuenta la orientación psicoanalítica a la hora de tratar el problema presente, pone especial atención en la infancia, para valorar los efectos de esta etapa de maduración en la vida de la persona, en el momento actual. En los casos que se valora utilizar esta orientación como eje central de la terapia psicológica, hay que tener presente que es un trabajo con resultados a largo plazo, según sea la profundidad del problema a tratar y la facilidad o resistencia de la propia persona ante su propio inconsciente.
En este tipo de terapia psicológica el objetivo es llevar de la mente inconsciente a la mente consciente aquello que ha quedado reprimido ‘ o olvidado’ por el efecto traumático del momento de la vivencia. El fin es ayudar a la persona a comprender y aceptar sus sentimientos, para así llegar a resolverlos.
Desde la terapia de orientación psicoanalítica, se promueve la asociación libre, para que el inconsciente reprimido aflore, siendo el terapeuta el que ayuda a ‘asociar’ lo que la persona ha verbalizado sin ser consciente de ello. Una de las barreras a superar es la resistencia, o los bloqueos que se levantan ante los pensamientos que supuestamente surgen con libertad. Otro modo de abarcar el inconsciente es desde el análisis de sueños, aunque hay mucha controversia con este tema, pero sigue siendo un camino. La transferencia y contratransferencia queda implícita en el proceso de psicoanálisis por la conexión existente entre paciente y terapeuta, ayuda a que haya una buena alianza terapéutica, y al avance de la terapia.
En paralelo hay que tener en cuenta la sensación de ‘abstinencia’o de insatisfacción ante la propia vida, necesaria para el avance de la terapia, observar que necesidades tiene es otro camino para poder proceder a tratar el problema. La sugestión y la persuasión, ante los bloqueos de la persona, es otra vía para que el inconsciente quede al descubierto y provocar la catarsis o descarga emocional a partir del recuerdo de una situación y las emociones implicadas en este, proporcionan sensación de ligereza y de liberación a demás de traer al presente situaciones reprimidas intelectual y emocionalmente.
La clarificación de los contenidos que facilita la persona al psicólogo ayuda a integrar elementos conscientes y preconscientes, sin tener que recurrir al inconsciente, es lo que utiliza el psicólogo al inicio de la terapia individual o de pareja, facilitando la comunicación y el proceso de terapia psicológica.