¿A qué nos referimos cuando uno dice padecer insomnio?

El insomnio es un claro indicador, de que algo dentro de nosotros no funciona bien. Lo primero es descartar causas físicas o medicas para poder tratar a nivel psicológico el insomnio.

Una vez descartadas las causas medicas, sufrir insomnio, suele ser consecuencia de problemas colaterales, como la ansiedad, el estrés, la dificultad para desconectar de las situaciones, el exceso de preocupaciones, la autoexigencia o la saturación diaria, entre otros.

No poder dormir ni descansar, genera cansancio todo el día, y dificultad para concentrarse en las tareas y para vivir el presente. La persona que padece insomnio, a parte de no poder dormir, siente malestar, disminución de la paciencia, mal humor e irritabilidad, como consecuencia a descoordinar el propio ritmo circadiano de vigilia y noche.

En casos extremos el insomnio puede llegar a generar ansiedad, en el caso de que la ansiedad no haya sido el factor que haya encendido el interruptor del insomnio.

Cuando el insomnio es constante lleva a un desgaste físico, psíquico y de las relaciones personales y sociales, con lo cual cuanto antes sea tratado menos consecuencias padeceremos a consecuencia del insomnio.