La terapia breve estratégica fue creada por Giorgio Nardone a finales del siglo XX. Esta orientación psicológica se enfoca principal y únicamente en resolver problemas difíciles en apariencia con soluciones simples, que rompen con el patrón de actuación que las personas tenemos a repetir.

La terapia breve estratégica tiene en cuenta las soluciones que se han aplicado para resolver el problema en el pasado y que no han servido para erradicar el problema, para dar con una solución que no se haya utilizado. De esta forma se rompe el patrón de actuación recurrente.

En esta orientación psicológica siempre toma como punto de partida el momento actual en el que se esta teniendo el problema, momento en el cual la psicóloga o el psicólogo tendrá la función de acompañar a la persona en el proceso de autodescubrimiento de sus habilidades para resolver el conflicto, y todo ello marcado por una corta duración de la terapia ya que se trabajará poniendo foco únicamente en las soluciones al problema que le genera malestar a la persona.

Una cosa importante a destacar, es que no se busca la causa del problema, ya que se parte de la siguen premisa:  ‘el pasado no se puede cambiar’, con lo cual únicamente sirve al psicólogo para tener en cuenta falsas soluciones y descartarlas del plan de acción.

El objetivo de la terapia breve estratégica es romper el círculo recurrente que es consecuencia de soluciones fallidas y la persistencia del problema la persona que viene a hacer terapia. Se trata de averiguar cómo funciona el problema, no por qué existe.