La confianza es uno de los pilares en los que se basa todo tipo de relación ya sea de amistad, a nivel laboral, de parentesco familiar, o como es el caso que trataremos, en una relación de pareja. Es un valor que gana peso cuando se da en las relaciones con quienes se tiene un vínculo cercano.

La confianza implica un grado de intimidad variable, ya que con las amistades se tiene una confianza, con la familia otra y con la pareja se da un grado de implicación y vinculación aun mas íntimo, ya que hay un proyecto de vida en juego, pero siempre denota un ‘confiar’ en el otro, ante una situación o en establecer y cumplir con un compromiso compartido, como lo seria un negocio, un hijo, o un matrimonio.

Centrando este tema en el factor pareja, cuando la confianza se resiente por falta de comunicación, por infidelidades, por miedos no comunicados, por propias inseguridades, o por inseguridades ajenas, es un valor difícil de conquistar, a no ser que haya una voluntad de ello y se sea capaz de aceptar la realidad presente, para construir desde un nuevo punto el nuevo inicio de la historia compartida.

En consulta la psicóloga o el psicólogo valorará los factores que interfieren en la ruptura de la confianza dentro de la pareja, siendo diferente el proceso terapéutico si este factor falla en ambos componentes de la pareja, o si solo es uno de los dos integrantes de la pareja quién ha visto resentida la confianza hacia su pareja.

Esclarecer este factor determinará si trabajarlo a modo de terapia terapia individual, o en terapia de pareja, siendo el protocolo de actuación diferente en cada uno de los casos, ya que no es lo mismo reforzar un pilar resentido dentro de la pareja, que hacerlo enfocándose únicamente en una de las partes de la pareja.